martes, 9 de abril de 2019


RECOMENDACIONES BÁSICAS PARA EL REFUERZO ESCOLAR EN CASA


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Debido a las dificultades que tienen los niños y niñas que presentan problemáticas escolares para realizar los deberes escolares que llevan cada día a casa, es necesario establecer ciertas rutinas y actividades que ayuden a mejorar los problemas escolares, y los conflictos familiares a la hora de hacer los deberes.

CANTIDAD DE DEBERES
Dialogar con los profesores para que manden una carga razonable de deberes escolares a los estudiantes y que estén de acuerdo con la edad del estudiante.

Crear rutinas de tiempo y espacios en la que tenga claro cuál es el momento del día para realizar las tareas y dónde deberá realizaros siempre.

LOS HORARIOS
En primer lugar, se debe establecer el tiempo de estudio, el cual debería darse siempre a la misma hora, marcando unas pausas o descansos.

Cuando el estudiante llegue a la casa se le dan 20 o 30 minutos para que se relaje, desconecte del colegio, juegue o descanse un poquito.

Una vez que ha terminado el tiempo de descanso comienza el tiempo de trabajo, por lo que se comienza a hacer los deberes. Tras una hora y media o dos horas de trabajo le damos una pausa de 20 minutos para que se despeje, ya que el rendimiento de los niños, niñas y jóvenes baja mucho a partir de un determinado tiempo de trabajo. En cuanto se acaba el tiempo de descanso, toca volver al trabajo, así que volvemos a nuestro lugar de trabajo y trabajamos durante una hora y media o dos.

Esta rutina debe ser diaria, si un día no tiene tareas o los termina muy rápido, se debe aprovechar el tiempo de trabajo para el estudio o el repaso, para explicarle algún contenido que no comprende o para hacer alguna tarea específica de mejora de la lectura, la escritura, matemáticas o cualquier otra materia que necesite refuerzo.

El objetivo principal es que los niños y niñas aprendan y disfruten aprendiendo.

Es necesario explicarle al niño o niña, como se va a trabajar, para que comprenda que tendrá sus obligaciones, pero también sus derechos, que cumplan formalmente con lo que se le haya propuesto, si los niños o las niñas ven que no se les cumple, ellos tampoco lo harán, que el día que salga beneficiado se lo hagamos ver, y comprenda que haciendo las cosas bien ellos salen ganando.

Es recomendable tener un reloj en el que el estudiante pueda ver los tiempos y para que estos se cumplan sin ningún reproche o disgusto error.

Esta rutina sólo se podrá modificar como premio, es decir, para premiar o reforzar su esfuerzo, para premiar el resultado de un examen en el que trabajó mucho o para premiar su comportamiento adecuado en la realización de las tareas.

EL LUGAR O ESPACIO DE TRABAJO
Para lograr una rutina de trabajo es importante que el niño o la niña siempre realice los deberes en el mismo lugar, preferiblemente en su habitación o en una habitación silenciosa, en la que no haya otras personas realizando ninguna otra actividad y donde tenga la menor distracción posible.

Hay que eliminar todos los estímulos distractores que pueda haber en el lugar de trabajo. Por ejemplo, evitar que haya cosas en la mesa que no sean necesarias para la realización de la tarea o intentar que no se escuchen ruidos.

Es recomendable que la mesa de estudio esté frente a la pared. Además, sería beneficioso que delante se coloque una cartelera donde se coloquen los contenidos que esté aprendiendo en ese momento y que sirvan del consulta; (tablas de multiplicar, palabras, lecturas, ortografía, verbos…).

Es fundamental, que se eviten espacios como la sala o la cocina porque, además de ser lugares que no se pueden asociar al estudio, en ellos existen numerosos estímulos distractores que impedirán la concentración del niño, niña o joven en su tarea.

También es necesario que haya buena luz en la habitación y que el niño o la niña no se haga sombra a si mismo, por lo que una buena opción sería colocar una lámpara en la propia mesa de estudio.

Antes de comenzar la sesión de trabajo se tiene que llevar todo lo que nos haga falta y preparar cualquier cosa que se vaya a necesitar durante el tiempo de trabajo para no tener que levantarnos ni salir de la habitación durante ese tiempo.

No realizar las actividades y tareas mirando televisión o escuchando radio. 


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EL REFUERZO
Para logar que estas rutinas se cumplan, se tiene que controlar conscientemente el tipo de refuerzo que se le da a los niños, niñas y jovenes. Hay que ser constantes y evitar que haya disparidad o desacuerdo en las opiniones entre los adultos que ayudan al o niña a esta tarea, que normalmente son los padres u otros familiares.

En caso de no estar de acuerdo en algo, hay que tratarlo fuera de la presencia del niño o la niña y, una vez tomada una decisión, transmitírsela al estudiante conjuntamente. Es muy importante que el niño o la niña reciban instrucciones adecuadas para que tenga claro lo que tiene que hacer.

El refuerzo positivo es un factor esencial en la motivación del estudiante a la hora de mantener su esfuerzo, por lo que se tiene que utilizar de manera sensata y consciente.


A continuación, se proponen varias actividades y técnicas para trabajar el refuerzo positivo a la hora de realizar los deberes escolares, aunque cada padre, madre o acudiente, deberá adaptar el tipo de refuerzo a la personalidad y características de cada niño o niña.

Cuando se considere que se ha cumplido con sus obligaciones sin demasiadas quejas o que ha habido una mejoría en su conducta, se tiene que dejarle claro que estamos muy contentos y orgullosos de ellos.

Si realiza los deberes durante toda la semana, sin que aparezcan conflictos, es conveniente que durante el fin de semana se realice una actividad que le sea placentera.

En algunas ocasiones se puede acompañar el refuerzo verbal y afectivo con refuerzo material, como un regalo, para la consecución de objetivos.


Orientadores:
Diana Patricia Buitrago
Jonny Edgar Bernal
Ruth Espinosa 

Ludwing Leonardo Correa

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